Una nueva vision nace en Gaea - Capitulo 1

Posted 13 ago 2009 by Faby
“Una nueva visión nace en Gaea”
Fanfic basado en “La visión de Escaflowne”
Por Fabiana Tagle

Notas previas: Este fue mi primer fic, el primero de todos los que hice en mi vida por lo tanto quizás el estilo de redacción deja un poco que desear con respecto a los otros, de todas formas sigue siendo uno de los más importantes para mí porque esta fue mi primera incursión en los fanfics, asi que les ruego le den una oportunidad y espero que disculpen si a veces la redacción no suena tan bonita como la de los otros...


Capitulo 1

Ese beso tan esperado


Habían pasado más de seis meses desde regreso de Hitomi Kanzaki a la tierra... la luna fantasma. Esa luna azul que podía observarse desde cualquier parte de Gaea.
Pero para ella el tiempo parecía haberse detenido aquel día de su regreso, aunque quería ser fuerte, se lo había prometido a Van, no podía evitar pensar que su vida ya no tenía sentido sin él a su lado.

La verdad es que lo extrañaba y lo extrañaba horrores... Su vida le parecía ahora monótona y aburrida, tampoco podía evitar sentir esa terrible opresión el pecho, solo el recordarlo le punzaba su corazón, ¿Era tan grande ese sentimiento, que no le permitía vivir tranquila?
Su amiga Yukari y su propia madre estaban muy preocupadas por su salud y su estado de ánimo, algo había sucedido con Hitomi, algo que ni ellas podían imaginar....
Esa mañana unos golpes desviaron a la señora Kanzaki de sus obligaciones diarias.


-- Buenos días Señora Kanzaki -- Saludó Yukari al mismo tiempo que le abrieron la puerta.

-- Buenos días Yukari... ¿Qué te trae por aquí?

-- Vengo en busca de Hitomi para que me acompañe de compras por ahí, es que la he visto bastante deprimida y quería levantarle un poco él ánimo.

-- No sé que sucede con mi hija, trato y trato de entenderla o de que me cuente que le pasa y no consigo arrancarle una sola palabra, lo único que me dice es que no le pasa nada... Pero ya no usa las cartas de tarot, siempre esta encerrada dentro de su habitación y lleva consigo esa expresión triste y abatida en el rostro. ¿Tú no sabes que le puede estar pasando, cierto? --

-- La verdad es que no, tampoco a mí ha querido decírmelo, pero no se preocupe... -- Agregó sonriente tratando de suavizar la preocupación de la madre de su amiga -- ¡¡¡Ya se le pasará, estoy segura de ello!!!


La verdad es que Yukari también estaba muy preocupada por Hitomi... Desde aquella noche donde había desaparecido dentro de esa extraña luz, no solo había estado perdida por un tiempo, si no que había regresado más extraña que nunca, sus ojos verdes continuamente estaban tristes y llenos de lágrimas y no tenía idea que le habría pasado.
¿Qué cosa o a quien la había dejado para que estuviera así de triste?


-- ¿Por qué no vas a despertarla, Yukari?... Creo que le daría mucho gusto que tú fueras quien la despierte -- Le pidió la mamá de Hitomi.

-- Gracias, me parece una excelente idea.

Mientras caminaba hacia la habitación, Yukari se sumió en sus pensamientos tratando de entender que había pasado con amiga, para colmo ella nunca quería hablar del tema, así que con disgusto veía que la pena la consumía cada vez más y más...

Una vez que entró a la habitación enseguida se dio cuenta que su amiga estaba teniendo un mal sueño. Gemía con desesperación, se movía de forma inconciente y su cuerpo estaba lleno de sudor... Pensó que debía despertarla rápido, pero entre sueños escuchó un gemido que la heló de la cabeza a los pies...

“-- Por favor... no te vayas, no me dejes... “

¿Pero de quién estaría hablando? Una mala sensación le recorrió el cuerpo. Deseó que lo que ella pensaba no debía ser verdad... ¿Estaría Hitomi hablando de Susumu Amano?
¿Esta depresión tendría algo que ver con que él y ella estaban de novios?.
No, no podía ser. La misma Hitomi le había dicho lo contenta que estaba con su noviazgo con Susumu, pero... ¿Y si le había mentido? Hacía cinco meses que ella y él estaban de novios, casi el mismo tiempo de la profunda depresión de Hitomi... ¿O es que acaso debería ella sacrificarse para que su amiga volviera a ser feliz?

Yukari se llevó las manos al rostro con angustia, pensando que tendría que hacer ella para ayudarla... pero en ese momento otra vez Hitomi murmuró entre sueños y esta vez llamó desesperada a alguien más.

-- “¡Van!, ¡Van! ¡¡¡¡¡¡No te vayas Van!!!!!!"

¿Quién era ese Van?... ¿Seria tal vez el causante de todo el sufrimiento de Hitomi? Demasiadas preguntas se mezclaban en la cabeza de Yukari y parecía no encontrar respuestas para ninguna.
Hitomi se revolvió una vez mas en el mal sueño. Un grito desesperado de dolor y sufrimiento salió de sus labios. Un grito que hizo a Yukari estremecerse de la cabeza a los pies y la congeló en el lugar.

“-- ¡¡¡¡Vannnnn!!!! --" Gritó angustiada.

En ese momento Hitomi se despertó, sola, como tantas otras mañanas desde su regreso… vacía, sola, triste…. Pronto se percató de su realidad y fue tranquilizándose, dándose cuenta que no estaba sola y que había de un par de ojos grandes que la miraban sin entender que le estaba pasando...

-- ¿Yukari? Pero... ¿Qué haces aquí? -- Preguntó asustada.

Su amiga le sonrió amablemente tratando de que se olvidara de todo, que no sospechara que ella la había oído gritar. Se acerco a ella y le respondió con calma.

-- He venido a buscarte para que me acompañes a salir de compras, tengo que buscar cosas para una fiesta y me encantaría que me acompañaras.

-- No tengo ganas de salir Yukari... Preferiría seguir durmiendo -- Dijo Hitomi cubriéndose nuevamente con las sabanas, pero su amiga por el contrario se enojó y de un tirón le quitó las sabanas -- ¿¿¿¿YUKARI????

-- ¿Pero hasta cuando vas a seguir así?... Te destruyes a ti misma y a la gente que te quiere... ¿Es que acaso no te das cuenta del daño que nos hace el verte en este estado?... Tus padres, tu hermano… estamos muy preocupados por ti…

-- Perdóname amiga, no me hagas caso... espérame un momento, te acompañaré -- Repitió al tiempo que se levantaba y comenzaba a vestirse. Ella no tenía intención de generarles ninguna angustia a los suyos. Por un momento se detuvo a pensar si que es que dormida habría cometido una indiscreción difícil de reparar con un “no sé de que me estas hablando”...

Una vez vestida desayunaron y pronto salieron hacia un centro de compras en la cuidad...
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Mientras tanto, en Gaea, aquel planeta suspendido entre la tierra y el cielo, lentamente la gente había estado reconstruyendo todo lo que había sido devastado en la guerra contra Zaibach.
Una nueva ciudad empezaba a levantarse de las ruinas lentamente, una nueva Fanelia que parecía querer albergar a quienes deseaban regresar para empezar una nueva vida allí.
Un flamante castillo se levantaba fiel al anterior, donde un monarca muy joven se ponía a la par de sus trabajadores ganándose el respeto de su pueblo a base de sacrificios y valentía.

Recostado contra el balcón descansaba una figura masculina de grandes ojos color rubí... Ojos tristes, vacíos, perdidos en el horizonte lejano... Su mirada se perdió al contemplar aquella luna azul que se sostenía suspendida en el cielo, llenándose de una vaga melancolía a la vez...


-- ¡Majestad! -- Llamó Merle acercándose para darle un abrazo.

-- ¡¡¡¡Merle!!!!. – Gritó sorprendido como si lo hubiera encontrado haciendo algo malo -- No sabía que estabas aquí… No te sentí llegar.

-- ¡Otra vez estás triste!... ¡¿Qué puedo hacer para que se te vaya esa tristeza?! Me duele verte así, Amo Van.

-- ................ --

-- ¿Piensas en ella? ¿Verdad?

Una mirada aún más triste llenó los sorprendidos ojos de Van, mientras sostenía el colgante que Hitomi le había dado el día de su partida. No podía decir nada... El silencio los invadió por unos minutos, pero tomando fuerzas él respondió con sinceridad.

-- Lo que pasa es que sentí que me estaba llamando, pero claro... solo era un sueño, solo eso, un sueño.

-- Amo Van... Sí la extrañas tanto, ¿porqué no vas a buscarla?, seguro le daría mucho gusto volver a verte... ella también te quiere mucho quizás este sufriendo de la misma forma que tú.

-- No me parece buena idea... Solo abriría la herida aún más... -- Y sonriéndole la miró dulcemente -- Ya no te preocupes más por mí, Merle, estaré bien.

-- Como quieras, pero conmigo no intentes disimular Van... Te conozco y te conozco bien para saber que te haces el fuerte... pero en el fondo, sé que estás sufriendo mucho -- Contestó Merle acurrucándose en los fuertes brazos de Van, quien la acarició con cariño

Van se quedó pensativo uno momento, estaba claro que la extrañaba un montón, no tenía paz desde el día en que se separaron... Solo podía recordar ese tierno y último abrazo, aquellas manos pequeñas que se asieron en su espalda y esos ojos verdes llenos de lágrimas de amor diciéndole que no lo olvidaría nunca...
¿Cómo podría él traerla de vuelta a este mundo? ¿Dejaría ella todas sus cosas para venir con él y amarse para siempre? ¿Compensaría él con su gran amor todo lo demás? No hacía más que preguntarse aquello una y otra y otra vez, pero no hallaba respuesta.

-- Bueno Merle, mejor dejemos este tema por la paz y vamos, que debo cambiarme de ropa para recibir a Allen que viene de visita -- Dijo Van incorporándose y cambiando un poco su cara de tristeza para así evitar preocupar mas a Merle.

Merle, a su vez, pensó que sería mejor dejar de torturar a Van con el recuerdo de Hitomi, en realidad ella también la extrañaba un poco, ya que habían llegado a convertirse en muy buenas amigas...

El primer caballero de Asturia, Allen Schezard, había llegado de visita para ver a su amigo, el Rey de Fanelia. A su lado viajaba su hermana Celena, una mujer joven y muy bonita, de cabellos rubios y enormes ojos celestes. Se veía una mujer muy bonita pero tenía también un aspecto algo delicado, que daba la sensación de querer romperse en cualquier momento.

-- ¡Van!... ¿Cómo has estado tanto tiempo? -- Gritó alegremente Allen, abrazándolo para así saludarlo amistosamente.

-- Bienvenidos a Fanelia, ¡Qué bueno volver a verte Allen! -- Contestó Van respondiendo el abrazo. La verdad es que Allen seguía siendo el mismo, no había cambiado nada, solo se lo veía mas relajado y tranquilo.

-- Por favor... Déjame presentarte formalmente a mi hermana Celena... Él es Van Slanzar de Fanel, el joven Rey de Fanelia.


Celena levantó la mirada y haciendo una ligera reverencia al saludarle, después de todo, por más joven que se viera seguía siendo el rey. Van respondió su saludo cortésmente y luego del formalismo se dirigió nuevamente a Allen...


-- Pónganse cómodos, como si estuvieran en su casa... Pidan lo que quieran, ya envío alguien para que los ayude a instalarse -- Replicó Van dando a la vez ordenes a sus sirvientes para que los ayudaran con sus cosas.


Allen notó algo extraño en la mirada de su amigo, definitivamente no era el mismo, por lo que después de instalarse y acomodar a su hermana iría en busca de Van para charlar un poco, acerca de lo que había sucedido en el tiempo que hacia que no se veían.
Pero cuando entró en la habitación Real, lo encontró otra vez mirando hacia la luna Fantasma, pero esta vez se escapó de sus labios una palabra, un susurro apenas rompiendo la quietud de la noche...

-- “Hitomi...”-- Un llamado desesperado, casi un deseo reprimido en un suspiro... creyendo que nadie le había oído

-- ¿La extrañas, verdad? -- Preguntó Allen mirándolo a los ojos

-- ¡¡¡Allen!!! No sabía que estabas allí, por lo visto hoy todo el mundo está dispuesto a sorprenderme cuando estoy perdido en mis pensamientos -- Contestó sereno Van.

-- ¿La amas todavía?

-- En honor a la verdad solo te diré que siempre la amaré, pero ella eligió volver a su mundo, debo respetar su decisión... No puedo volver a entrometerme en su vida y alterarla, es nuestro destino vivir separados.

-- ¡Pero que tontería más grande estás diciendo Van!... Si fuera tú, iría a buscarla lo más rápido que pudiera ¿Cómo sabes que no te espera?... no seas tonto... es indudable que para algunas cosas, aún eres un niño – Sonrió Allen con aire de autosuficiencia.

-- ¿Y tú, Allen? ¿Todavía sientes algo por ella?... -- Indagó Van un poco receloso recordando el día que los había visto besándose en el puente, sabiendo que ella había sido importante para Allen tanto como lo era para él.

-- No lo sé... Creí amarla y a veces aún lo creo... Pero ella solo tiene en su corazón el inmenso amor que siente por ti... --Respondió resignado.

-- Desearía tanto volver a verla, aunque sea solo una vez más. -- Murmuró Van tranquilo por aquella respuesta.

-- ¿Porqué no intentas ir a buscarla con Escaflowne? --

-- Escaflowne está descansando en el bosque y no quisiera hacerlo funcionar, sino fuera por algo absolutamente necesario...

-- En tu lugar no lo pensaría... Creo que Hitomi se alegraría muchísimo si pudiera volver a verte.

-- No lo sé, tal vez.


Van se quedó pensativo, las últimas palabras de Allen le habían hecho pensar mil cosas y realmente no sabía que hacer... Pronto recordó aquel ultimo día en el bosque... ¡¡¡Qué ganas tenía de haberla besado!!! Tenía ansias de volver a verla ¿Tendría ella las mismas ganas de verlo a él?..

De pronto, una brisa fresca llevó hasta sus oídos la voz de Hitomi llamándolo... Desde lejos, apenas un susurro en el viento que subía y formaba una voz queda y suave que lo abrazaba entero y terminaba en sus oídos como una letanía.

“¡¡¡¡Vannnnnnnn!!!!!”
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En la tierra, lejos de todo lo que pasaba en el planeta Gaea, ambas amigas habían terminado las compras y se habían sentado a almorzar en un restaurante. Yukari estaba esperando el momento indicado para preguntarle a Hitomi quien era ese Van a quien habría mencionado entre sueños, pero a la vez no deseaba herirla ni abrir sus recuerdos para ocasionarle más tristeza. Tampoco quería hurgar en algo que quizás no debería ser descubierto, por lo que no se animaba a decirle nada...


-- Hitomi... -- Habló de repente, como para comenzar una conversación -- ¿De verdad que ya no te interesa Susumu Amano?

-- ¡Que no!... Te lo he dicho mil veces Yukari, si de verdad que estoy muy contenta con tu relación con él... Te lo repetido montones de veces ¿Porqué siempre insistes con lo mismo? -- Respondió en forma de reto Hitomi, tratando de entender a que venía ahora esa inseguridad

-- Es que quiero saber quien es el que te causa ese dolor... Estás muy triste eso se nota a leguas.

-- No estoy triste, no sé porque insistes en ello... --

-- Entonces... no te molestaría que te lo pregunte... ¿Quién o que es Van?


Ante el nombre de su querido Ryujin, Hitomi se quedó petrificada. Era evidente que la había atrapado. ¿Qué es lo que sabría Yukari de Van? Se mordió un poco los labios con nerviosismo.
Y sino sabía nada... ¿Cómo explicarle que Van era un descendiente del pueblo de Atlantis, un dragón blanco y que en su espalda crecían unas hermosas alas blancas, ni hablar que provenía del planeta Gaea, un mundo suspendido entre la tierra y el cielo?.... Lo mínimo, iba a pensar que enloqueció…

-- ¿Van?... No sé de qué me hablas, ¿De dónde has sacado eso? -- Explicó haciéndose la tonta.

-- Entonces... ¡Es verdad! Te escuché llamándolo mientras dormías y ahora que recuerdo... Una vez Amano me contó una historia que tú le narraste, es claro, él pensó que era uno de tus sueños pero... ahora creo que ese Van tiene algo que ver ¿verdad? Como ese robot, aquella criatura extraña... ¿Cómo se llamaba?... ah si Escaflowne, del cual me habló Amano, incluso ese extraño planeta Gaia. --

-- Es Gaea—Corrigió de forma inconsciente quedando en evidencia.

Hitomi enmudeció sin saber que contestarle, los ojos de su amiga la contemplaban fijamente pero con ternura tratando de que abriera su corazón de una vez por todas, y dejara escapar todo su sufrimiento...


-- Vamos Hitomi... sincérate de una vez, no puedes seguir llevando esa carga tu sola... ¿Es ese amor tan grande que té esta consumiendo lentamente?... ¿Lo amas todavía?....

-- Más que nunca... -- Confesó Hitomi a la vez que sus ojos verde esmeralda se llenaban de copiosas lagrimas de dolor -- Pero pertenecemos a mundos diferentes y no puedo hacer nada para remediar esta situación, entiéndeme, no me es fácil seguir adelante sin él...

-- Pero... No entiendo... si lo amas, no tendría que haber ningún problema... ¿Acaso él no te corresponde?

-- Es que tú no entiendes, no es tan sencillo... –Lloriqueó Hitomi escondiendo un poco su rostro de la mitrada inquisidora de Yukari.

-- No sé que es, pero lo que sí sé es que te quiero mucho... Tanto yo como tu familia estamos muy preocupados por ti, preferiría que tuvieras que irte lejos, a verte tan y tan triste día con día. Es que creo que estas realmente enamorada y esto que te pasa es que no puedes vivir sin él... ¡Ay amiga creo que tienes que tomar una decisión de una vez por todas!...

-- ¡¡Yukari!!... Gracias... -- Dijo Hitomi abrazando a su amiga como si hubiera dado en la pena de su corazón y la estuviera alentando a buscar su felicidad...


Ya no había podido decir más nada y su amiga prefirió no seguir hurgando por demás en el asunto. Luego se fueron y Yukari emprendió el regreso a su casa, dejando a Hitomi en un parque, pensativa pero por primera vez, tranquila...

-“Es verdad, no puedo engañarme mas, no puedo vivir sin él ¿Qué es lo que debo hacer?... No hago otra cosa que recordar su voz, su piel, todo, no puedo vivir así, si tan solo pudiera verlo una vez más”-

En ese momento la brisa de viento llegó hasta sus oídos susurrándole su nombre al oído

--“Hitomiiii”-

Un aroma familiar la estremeció de la cabeza a los pies, ese aroma era el que sentía cuando viajaba abrazada con Van sobre Escaflowne, su piel húmeda, su pelo suave, todo le recordaba a su amado Ryujin.

-- ¡¡¡Es Van!!!...--Pensó de pronto y la visión de un par de alas llegó a su mente.

¡Otra vez una visión! No había vuelto a tener una desde que había dejado Gaea
¿Sería verdad, o solo se trataría de otro sueño?
Salio corriendo como loca, llegó hasta la orilla de un lago que estaba en un rincón solitario del parque cuando en ese momento una cálida luz la envolvió, dentro de ella estaba Van con sus alas extendidas ofreciéndole su mano...


-- "¡¡¡Hitomi!!!" -- La llamó.


Hitomi se detuvo a mirarlo creyendo que desaparecería en ese instante, cuando una de las plumas blancas rozó suavemente su rostro se dio cuenta que esta vez era real, y que su Van estaba allí. Se estiró abalanzándose hacia sus brazos con prisa, hamacándose en un abrazo eterno... pronto, desde ambas mejillas empezaron a correr sendas lagrimas, solo que esta vez eran de felicidad.

En ese momento se separaron para quedar con sus bocas muy cerca una de otra, sus corazones latían como locos, sus miradas parecían recorrer cada facción del otro como si no se hubieran visto en años.

Van tomó con dulzura a Hitomi de la nuca, atrayéndola hacia sí, para besarla tiernamente.
Sus bocas al fin se unieron en ese tan ansiado beso que los hacía estremecer a ambos, provocándoles un sin numero de sentimientos encontrados a flor de piel.
Aquellos labios habían anhelado tanto los labios del otro que no podían parar de besarse, de sentirse, de rozar la humedad tibia de sus bocas con las lagrimas que salaban su piel.
Cuando por fin se separaron, compartiendo el aire del otro, Van aún estaba abrazándola y le susurró emocionado al oído:


-- Hitomi, mi querida Hitomi... Sentí que me llamabas... Deseaba tanto verte... Perdóname no quería cambiar tu vida otra vez, es que no podía dejar de pensar en ti... Tenía que verte aunque fuera esta la última vez.

-- ¡¡¡Van!!!... No puedo seguir sin ti... Mi vida ya no tiene sentido si no estás, llévame contigo a Gaea no quiero que nos separemos, nunca más... -- Rogó sollozando.

-- Pero Hitomi... ¿Y tu vida en la tierra? ¿Tus amigos?... ¿Tu familia?

-- Mi vida no es nada sin ti, sólo quiero estar contigo, ya lo decidí... Llévame a Fanelia -- Hitomi habló con seguridad y Van la miró incrédulo, estaba tan feliz que pensaba que estaba soñando. Quizás creía que se despertaría y Merle le estaría trayendo su desayuno...

-- Esta bien... Si eso deseas, ven conmigo, mi corazón es tuyo también.

Abrazándose muy fuertemente, fueron absorbidos por aquella luz nuevamente, sin percatarse que habían sido vistos por Yukari, quien había seguido a Hitomi sin que ella se diera cuenta. Con lágrimas en los ojos la pelirroja susurró emocionada.

-- "¡Esta vez, quiero que seas muy feliz querida Hitomi!"... --

Mientras observaba con lágrimas en los ojos a su amiga abrazada a ese extraño ser con alas, quien parecía quererla un montón... se despidió sabiendo que quizás esa, fuera la última vez que la veía…



Continuara.....


Año 1998-99

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